Pagos en Tiempo Real y el Futuro de las Transacciones Internacionales: Lo que las Empresas Necesitan Saber
- Juan Carlos Garavito
- 15 jul
- 6 Min. de lectura
La velocidad con la que se mueve el dinero ya no es solo un tema técnico, sino estratégico. En un mundo cada vez más interconectado donde la experiencia del cliente y la eficiencia operativa lo son todo, los pagos en tiempo real están redefiniendo el ritmo del comercio global. Y lo estamos viendo de cerca, tanto en nuestros proyectos en WAU, como en el día a día de las empresas que apuestan por transformarse.
Los pagos en tiempo real (RTP, por sus siglas en inglés) están revolucionando las transacciones internacionales al reducir los tiempos de procesamiento de días a segundos. Esto permite a las empresas transferir fondos de manera instantánea, mejorar la gestión de su flujo de caja y aumentar la transparencia. Gracias al uso de APIs, el estándar ISO 20022 y la colaboración entre regiones, los RTP están transformando la forma en la que operan las compañías a nivel global.
Hasta hace poco, era común esperar días o incluso semanas para que un pago internacional se completara. Hoy, eso ha cambiado. Los pagos en tiempo real están acortando la distancia económica entre países, impulsando una actividad financiera mucho más ágil. En muchos casos, la velocidad con la que se mueve el dinero define el rendimiento de una plataforma, el éxito de una venta o incluso la permanencia de un usuario.
Las transacciones transfronterizas solían ser lentas, costosas y opacas. La llegada de los RTP está modificando este escenario radicalmente. Con transferencias casi instantáneas, protocolos de mensajería estandarizados como ISO 20022 y el impulso de la innovación por parte de las fintech, ahora las empresas pueden operar en un entorno financiero más ágil y transparente. Liquidar operaciones en tiempo real entre diferentes jurisdicciones reduce la dependencia de intermediarios, disminuye costos y fortalece la confianza. Desde pagos B2B hasta la compensación en la economía “GIG”, los RTP son el presente, y sin duda, el futuro del movimiento global de dinero.
Plataformas de entretenimiento digital que operan fuera del país del usuario dependen de los pagos en tiempo real para mantenerse competitivas. Sitios de streaming, plataformas de videojuegos internacionales e incluso portales de apuestas han adoptado este modelo por necesidad, no por opción.

Cómo los Pagos en Tiempo Real Están Transformando el Comercio Internacional
Los pagos en tiempo real están redefiniendo las reglas del juego con liquidaciones instantáneas, más transparencia y menos costos. Aquí algunas ventajas clave para los negocios:
Liquidaciones inmediatas: Transacciones que antes tomaban de 2 a 5 días ahora se completan en segundos o minutos.
Transparencia mejorada: El estándar ISO 20022 permite una mensajería clara y rastreable.
Menores costos transaccionales: Al reducir la dependencia de SWIFT y bancos intermediarios, los RTP eliminan múltiples capas de comisiones.
Mejor liquidez: El acceso instantáneo a los fondos mejora el flujo de caja y el capital de trabajo.
Adopción global creciente: Mercados como la Unión Europea, Singapur, Reino Unido e India están adoptando activamente los RTP para facilitar el comercio internacional.
Un ejemplo curioso pero revelador son los juegos de apuestas tipo “fish games”, con mecánica de disparo y premios multiplicadores. Estos juegos dependen de pagos rápidos para sostener su atractivo. Los sitios que los ofrecen aceptan métodos de pago como criptomonedas, billeteras electrónicas y tarjetas prepagadas para garantizar que los usuarios reciban su dinero sin demoras. Cuando los depósitos tardan o los retiros fallan, los usuarios simplemente se van. En sectores donde hay decenas de opciones, la tolerancia a la lentitud es nula.
Lo que antes tomaba días, ahora ocurre en segundos. Esta transformación permite a los usuarios pagar servicios, recargar cuentas o retirar fondos sin enfrentar retrasos por zonas horarias o procesos de clearing. Esta expectativa de inmediatez ha trascendido el entretenimiento online. Comercios electrónicos con clientes internacionales esperan recibir el pago apenas se realiza un pedido. PYMEs que exportan buscan evitar las demoras que pueden ralentizar su cadena de suministro. Hoy, la velocidad del pago influye directamente en la velocidad del negocio.
Un ejemplo de esta modernización es el Reino Unido, donde el sistema Real-Time Rail (RTR) fue diseñado inicialmente para acelerar pagos domésticos, pero cuyo verdadero potencial se revelará cuando se integre con redes internacionales. Esta conexión reducirá significativamente los tiempos de espera y mejorará la transparencia en las transferencias transfronterizas. Las confirmaciones de pago en cuestión de segundos dejarán de ser exclusivas de plataformas cerradas o grandes corporativos; también estarán al alcance de pequeñas empresas y usuarios individuales alrededor del mundo.
En zonas rurales o remotas donde el acceso a infraestructura bancaria es limitado, los pagos digitales en tiempo real marcan una gran diferencia. Un trabajador freelance en una pequeña localidad puede recibir pagos el mismo día desde otro país. Un estudiante en el extranjero puede obtener apoyo económico al instante, sin esperar a que el banco libere los fondos. Cambios sutiles, pero que alivian el día a día.
Los pagos transfronterizos también son vitales para el sustento familiar, especialmente en hogares de migrantes. Las remesas suelen tener un peso emocional y urgencia importante. Un día de retraso puede afectar el pago del alquiler, una emergencia médica o la matrícula escolar. Las soluciones en tiempo real reducen esta incertidumbre. Cada vez más plataformas ofrecen transferencias rápidas y fiables específicamente para este tipo de necesidad, algo impensable hace apenas unos años.
Desde el lado empresarial, las compañías que dependen de importaciones o de fuerza laboral transfronteriza ya priorizan la velocidad de pago al mismo nivel que el precio o la calidad. Muchas están abandonando los servicios de transferencias tradicionales y optan por plataformas que se integran a sus sistemas contables y permiten liquidaciones instantáneas. Esto reduce tiempo administrativo, mejora la visibilidad del flujo de caja y abre oportunidades de colaboración en nuevos mercados.
Aunque la infraestructura de pagos en tiempo real sigue evolucionando, lo que sí está claro es que la velocidad ya no es un “plus”. Es un estándar. Ya sea que se trate de ver una serie, jugar online, pagar a un proveedor o enviar dinero a la familia, los usuarios valoran la rapidez, y se van si no la encuentran.
¿Y qué pasa en América Latina?
En nuestra región, la conversación sobre pagos en tiempo real va más allá de la eficiencia: toca temas de inclusión financiera, digitalización urgente y competitividad en mercados globales.
Brasil ha sido un referente regional con su sistema Pix, el cual transformó por completo la forma en la que se envían y reciben pagos dentro del país. Solo en 2023, Pix superó los 150 millones de usuarios. Esto demuestra que cuando se construye infraestructura con visión de largo plazo y se facilita la adopción, la transformación no solo es posible, sino inevitable
México también ha avanzado con CoDi, un sistema respaldado por el Banco de México que busca incentivar pagos electrónicos desde smartphones. Aunque su adopción aún enfrenta desafíos culturales y de confianza, la base tecnológica ya existe y la dirección está clara.
Otros países como Colombia, Chile y Perú están explorando activamente marcos regulatorios para habilitar la interoperabilidad entre bancos y fintechs, impulsando pagos instantáneos no solo a nivel local, sino region.
En WAU lo vemos de manera clara: si Latinoamérica quiere competir y colaborar en la economía digital global, necesita moverse tan rápido como el dinero. Las empresas que exportan, contratan talento remoto o venden a través de plataformas internacionales ya están demandando soluciones de pago que no dependan de horas, días o zonas horarias.
Y aún más importante: millones de personas en zonas rurales o sin acceso a bancos tradicionales pueden, gracias a esta tecnología, recibir ingresos, enviar remesas o simplemente participar de forma plena en la economía digital.
Los pagos en tiempo real no son solo una solución tecnológica. En América Latina, son una herramienta de equidad, desarrollo y crecimiento.
En resumen
La velocidad con la que se ejecutan las transacciones ya no es solo una ventaja competitiva, es una expectativa, y tanto las grandes plataformas globales como los pequeños negocios en expansión deben prepararse para operar en un entorno donde lo “instantáneo” es lo mínimo esperado.
Pero lograrlo no depende únicamente de adoptar un nuevo método de pago. Requiere modernizar la arquitectura tecnológica. Plataformas desacopladas, basadas en microservicios, con APIs bien diseñadas y seguras, son la base para integrarse rápidamente a soluciones externas, ya sean bancos, fintechs, wallets o marketplaces.
El enfoque API-first, junto con buenas prácticas de seguridad, no solo facilita la interoperabilidad entre sistemas, sino que también reduce los tiempos de integración, mejora la trazabilidad de las transacciones y abre la puerta a nuevos modelos de negocio.
En WAU creemos que esta evolución no se trata solo de moverse más rápido, sino de hacerlo con inteligencia, escalabilidad y visión. La integración y la modularidad ya no son lujos técnicos: son la condición para participar de un ecosistema financiero global en tiempo real.
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