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La regulación de las stablecoins ya llegó… pero, ¿qué sigue ahora para los bancos?

  • Foto del escritor: Juan Carlos Garavito
    Juan Carlos Garavito
  • 3 sept
  • 5 Min. de lectura
stablecoins

En los últimos 12 meses, las stablecoins han experimentado un crecimiento signifi cativo a nivel mundial, con un incremento del 63% en el volumen de transacciones año contra año. Sin embargo, los bancos en Estados Unidos no han seguido el mismo ritmo en esta evolución.


Este retraso tiene varias causas, pero una de las más relevantes ha sido la falta de directrices estandarizadas. Desde defi nir qué es exactamente una stablecoin, hasta determinar quién puede emitirlas y quién debería regularlas, no ha existido un marco claro. Esto generó una gran incertidumbre, que llevó a muchas


instituciones financieras a mantenerse al margen. En un entorno sin reglas claras, lanzar productos o iniciativas relacionadas con stablecoins representaba un riesgo considerable, tanto desde lo operativo como desde lo regulatorio.


Pero esto está cambiando. Con la llegada del GENIUS Act (Guaranteeing Essential National Infrastructure in US-Stablecoins), se ha empezado a establecer una estructura legal que reduce signifi cativamente estos riesgos, ofreciendo por primera vez en EE.UU. un marco que proporciona mayor seguridad jurídica y operativa.


A raíz de esta nueva legislación, muchos bancos, proveedores de pagos y otras organizaciones están comenzando a involucrarse activamente en el espacio de las stablecoins. Con una reducción del riesgo regulatorio, ahora están mirando hacia el valor prometido de estas monedas digitales: pagos más rápidos, menores costos de operación y una mayor efi ciencia en las transacciones fi nancieras.


Estamos en un punto clave para el sector bancario, donde el enfoque ya no es si deben adoptar stablecoins, sino cómo hacerlo de forma estratégica. Aquí comparto algunas consideraciones importantes para los bancos que estén evaluando este nuevo territorio:


✅ Identificar casos de uso que generen impacto real para el banco y sus clientes


Lanzar una solución basada en stablecoins solo porque otros lo están haciendo no es una estrategia sostenible. Adoptar la tecnología sin un caso de uso claro es una receta segura para el fracaso. En lugar de seguir la tendencia, los bancos deben analizar con rigor qué problemas reales podrían resolverse mediante stablecoins, y cómo estas soluciones pueden alinearse con sus objetivos de negocio.


Por ejemplo, bancos como JP Morgan ya están utilizando internamente monedas digitales similares a las stablecoins para mover dinero globalmente y en tiempo real para sus clientes, 24/7. Este uso interno de la tecnología permite una gestión más efi ciente de la tesorería, con transferencias instantáneas, menos fricción y, en muchos casos, menores costos que los sistemas tradicionales.


Las stablecoins también ofrecen una ventaja clave frente a otras criptomonedas: su estabilidad. Están diseñadas para estar respaldadas por activos de reserva y se pueden redimir en una proporción 1:1, lo que las convierte en una herramienta práctica y segura.


A mediano plazo, los bancos ya están explorando casos de uso externos. Uno de los más atractivos es la creación de sistemas de pagos B2B más efi cientes. Hoy en día, los sistemas tradicionales para pagos internacionales pueden tardar días en completarse y los costos asociados suelen ser elevados. Con stablecoins, se pueden acelerar estos pagos y reducir las comisiones, facilitando transacciones entre empresas, proveedores o clientes globales.


Otro caso interesante es el de las transferencias entre personas. Muchas personas ya están familiarizadas con herramientas como Zelle, que permiten enviar dinero al instante. Las stablecoins pueden llevar esta experiencia un paso más allá, ofreciendo alternativas de menor costo y mayor fl exibilidad,por ejemplo, para remesas internacionales con comisiones reducidas.

Los bancos centrales tendrán en sus balances…


El punto clave aquí es que no existe un enfoque único. Cada banco deberá realizar un análisis detallado para determinar dónde puede generar el mayor impacto al incorporar esta tecnología en su operación actual.


🧱 Construir la infraestructura tecnológica adecuada para soportar stablecoins


La mayoría de las plataformas de pagos que utilizan hoy los bancos están construidas para monedas fi at, como el dólar estadounidense. Integrar stablecoins dentro de esta infraestructura representa un desafío ya que la tecnología que pueda gestionar de manera conjunta monedas tradicionales y digitales todavía está en etapas tempranas.


Aun así, esto no signifi ca que los bancos deban quedarse sin hacer nada. Si desean lanzar productos competitivos basados en stablecoins —y hacerlo de forma segura y conforme a la ley—, deben dar algunos pasos clave desde ya:


1. Identifi car los componentes tecnológicos adecuados que les permitan soportar los casos de uso que han priorizado. Cada banco tiene una arquitectura distinta y sistemas core diferentes, por lo tanto, deberán evaluar cuidadosamente qué componentes se necesitan.


2. Decidir si construir internamente o tercerizar. Esta decisión dependerá de su hoja de ruta digital, sus capacidades técnicas actuales y su estrategia a largo plazo. Lo más importante es que cualquier solución que se adopte pueda integrarse de forma fl uida con los sistemas existentes, sin afectar las operaciones actuales.


3. Anticiparse a la evolución regulatoria. El GENIUS Act es un primer paso importante, pero es muy probable que en el futuro surjan nuevas leyes federales o incluso estatales con requisitos adicionales. Por eso, la infraestructura tecnológica debe ser fl exible y capaz de adaptarse rápidamente a cambios normativos.


4. Pensar en la escalabilidad desde el inicio. Aunque los proyectos piloto sean pequeños al principio, es fundamental que el diseño de la solución permita escalar tanto en volumen de transacciones como en valor a medida que la demanda crezca.


🧠 Reflexión final


Las stablecoins ocupan una posición muy especial en el ecosistema fi nanciero: sirven como puente entre el dinero tradicional —respaldado por activos reales— y las tecnologías emergentes como las blockchains y las monedas digitales.


El entusiasmo por esta tecnología es evidente, pero los bancos que realmente marcarán la diferencia no serán aquellos que simplemente se sumen a la tendencia. Serán aquellos que, desde ahora, estén analizando sus oportunidades, defi niendo casos de uso concretos y construyendo la tecnología necesaria para materializarlos.


En WAU hemos venido explorando activamente cómo esta nueva ola de activos digitales —como las stablecoins— puede integrarse de forma segura y efi ciente en las operaciones de la banca tradicional. A través de nuestros proyectos de transformación digital, estamos trabajando con instituciones fi nancieras para identifi carcasos de uso reales donde esta tecnología no solo reduce fricción operativa, sino que genera valor tangible para el negocio y sus clientes. Desde soluciones de pagos B2B más eficientes hasta pilotos de infraestructura tecnológica interoperable, nuestra meta es acompañar a nuestros socios en el diseño y despliegue de arquitecturas que sean escalables, seguras y alineadas con las normativas actuales y futuras. Sabemos que la clave no está solo en adoptar lo nuevo, sino en hacerlo de forma estratégica, pragmática y con visión de largo plazo.


¿Tu organización ya está explorando el uso de stablecoins? ¿Qué casos de uso crees que podrían generar mayor impacto?

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